Introducción
La mina de oro de Las Médulas ya fue explotada por los habitantes indígenas de la zona mucho antes de la llegada de los romanos. Sin embargo, esta explotación no era realizada a gran escala, sino que el mineral se obtenía mediante la técnica del bateo de los ríos. Así, se obtenía material para la realización de productos de orfebrería de una considerable riqueza. Estos pobladores de etnia Astur habitaban en castros situados en elevaciones de buena situación geoestratégica a lo largo de los ríos. Los romanos se dieron cuenta del potencial de los recursos mineros de la zona tiempo antes de iniciar el proceso de romanización que haría de estas tierras parte integrante de la estructura jurídico-administrativa de Roma -desde que el emperador Augusto las integró tras finalizar el conflicto de las Guerras Astur-Cántabras entre los años 27 y 19 a.C.-.
Ya en el año 137 a.C. Décimo Junio Bruto organizaba una expedición al noroeste peninsular llegando hasta la actual Galicia, recibiendo por ello el apelativo de Gallaicus. Después, durante el transcurso de las Guerras Sertorianas (83 a.C.- 73 a.C.), Perperna el lugarteniente de Sertorio organizaba en esta zona su base de operaciones. También Julio César realizó campañas de reconocimiento por estas tierras aproximándose por la costa entre los años 61-60 a.C.
Una vez controlada la zona por los romanos se la dotó de una infraestructura funcional administrativa para la cual fueron de gran ayuda las unidades militares estacionadas en la región. Tras finalizar el conflicto de las guerras Astur-Cántabras muchas de las legiones que tomaron partido en ellas salieron de Hispania hacia otros puntos del imperio donde se requería su presencia. Este es el caso de la legio V Alaudae que fue para Germania, la legio IX Hispana que partió para Illiricum, la legio II Augusta que marchó para Renania o la IV Macedonica que también viajó para Germania años después. Solo tres se quedaron en territorio peninsular, la legio I Adiutrix, la VI Victrix y la X Gemina. Existe abundante información de la legio X Gemina acantonada en el valle de Vidriales, concretamente en el campamento de Petavonium durante las Guerras Cántabras. Años después Galba creaba, motivado por su enfrentamiento contra Nerón, la legio VII Gemina acantonada en lo que hoy en día es la ciudad de León. Estas legiones se ocuparon de la vigilancia de la región del noroeste peninsular -necesaria debido a los abundantes levantamientos de los pueblos recién derrotados- y de organizar la infraestructura mediante ingenieros militares una vez que la zona fue absorvida por el ámbito romano.
En un primer momento los ingenieros militares romanos procedieron a realizar una serie de prospecciones sobre el terreno buscando las vetas de mineral que más tarde extraerían utilizando los métodos descritos por Plinio (Plin. Nat. Hist. XXXIII, 69-71) de la ruina montium.
Gracias al análisis de la abundante epigrafía existente -sobre todo a partir del gobierno de Augusto que incorporó la zona al territorio imperial-, se puede extraer una panorámica social, religiosa y administrativa del noroeste de la Península Ibérica. Durante el periodo Augusteo se produjo una explosión cuantitativa de inscripciones epigráficas en el territorio peninsular debido, en gran parte, a la utilización de éstas por el emperador y las clases gobernantes como elemento propagandístico de las acciones gubernamentales. Esto se puede observar en multitud de ejemplos epigráficos de caracter honorífico o votivo aparecidas por todo el territorio peninsular. Con respecto a la mina de Las Médulas, existe una gran variedad de epígrafes situados en las inmediaciones de la explotación que nos proporcionan una información muy valiosa a la hora de poder contextualizarla.
La mina de oro de Las Médulas empezó a explotarse por Roma en la época de Augusto tras finalizar la guerra contra cántabros y astures (19 a.C.) y continuó abierta con Tiberio en adelante hasta el cierre de la misma en la época de los Severos (235 d.C.) por no ser ya rentable, según las investigaciones de F.J. Sánchez Palencia (SÁNCHEZ PALENCIA, F.J., FERNÁNDEZ-POSSE, M.D., FERNÁNDEZ-MANZANO, J. Y OREJAS, A. 1996). El Imperio se hallaba inmerso en una crisis económica desde el gobierno de Cómodo (180-192 d.C.) hecho que pudo haber contribuído al abandono de la mina.
Los habitantes de las comunidades castreñas de la zona pasaron a ser mano de obra de la explotación minera. Estos astures y galaicos no trabajaban en un régimen de esclavitud, al no estar atestiguado este hecho en las inscripciones de la zona, sino que trabajaban en régimen de peregrini, incluso podría ser que cobraran un salario (SÁNCHEZ PALENCIA, F.J., FERNÁNDEZ-POSSE, M.D., FERNÁNDEZ-MANZANO, J. Y OREJAS, A. 1996), aunque esto tampoco ha podido ser demostrado en esta región. Sin embargo, en otras explotaciones mineras del imperio si habrían tenido una remuneración económica como lo prueban las inscripciones posteriores referentes al funcionamiento de las minas y sus leyes encontradas en Aljustrel, Portugal (leyes de Vipasca) o en Alburnus Maior en la Dacia.
Con la llegada de los romanos llegó también su derecho, atestiguada su jurisprudencia por hallazgos epigráficos tan importantes como el bronce hallado en la localidad de Bembibre (El Bierzo, León), donde se establecían unas disposiciones administrativas referentes a varios pueblos que habitaban la zona en función de su fidelidad o enemistad con Roma durante el pasado conflicto de las guerras Astur-Cántabras.
El bronce de Bembibre (HEp 7, 378)
Se trata de una placa de bronce encontrada en la localidad de Castropodame, cerca de Bembibre, en la comarca de El Bierzo, en Castilla y León. Los hechos relativos a su descubrimiento no están muy claros.
La pieza tiene unas medidas de 24,4 cm. de alto, 15,3 cm. de ancho y 0,3 cm. de grosor. La placa esta coronada con un ojal, que serviría para colgarla de la pared. El campo epigráfico esta delimitado por dos líneas en paralelo que forman un rectángulo alrededor de la inscripción.
Se trata de dos edictos del emperador Augusto referentes a unos pueblos específicos de la zona noroeste, en concreto los Paemeiobrigenses de la gens de los susarros y los Aliobrigiaecinos de la gens de los gigurros. Uno de ellos se había mantenido fiel a los romanos durante el proceso de las Guerras Astur-Cántabras, -los Paemeiobrigenses-, por lo que el emperador le concedía la inmunidad y la restitución de sus tierras mientras que, al otro pueblo -los Aliobrigiaecinos– le conminaba a pagar un tributo a los anteriores por haber sido hostiles a los romanos. Los susarros, además, pasaban de ser considerados administrativamente como un castellum a ser una civitas, con la consecuente mejora en la cantidad de territorio correspondiente. El pueblo de los gigurros era originario de la zona de Ginzo de Limia en Orense, mientras que los susarros eran de la comarca de El Bierzo, en León. El castro de Paemeiobriga al que se refiere el texto podría referirse a la localidad de Bembibre, también en El Bierzo. Los pueblos que aparecen mencionados los Aliobrigiaecinos como también los Paemeiobrigenses o la provincia de la Transduriana no habían aparecido en ninguna fuente hasta el momento por lo que aportan una información inédita de gran valor para el estudio de la región. La distribución en castella es habitual en El Bierzo como lo prueban otras inscripciones de la zona (MANGAS, J., OLANO, M. 13: 343).
Consta de 27 líneas escritas en letras capitales con unas medidas de 0,6 cm. aproximadamente.
Este bronce esta datado según la fecha de elaboración de edicto, del 14 y 15 de febrero del año 15 a.C.
La transcripción del texto es esta:
IMPºCAESARºDIVIºFILºAVGºTRIBºPOTº
VIII{I}ºETºPROºCOSºDICITº
CASTELLANOSºPAEMEIOBRIGENSESºEX
GENTEºSVSARRORVMºDESCINCENTIBVSº
CETERISºPERMANSISSEºIN OFFICIOºCOG
NOVIºEX OMNIBVSºLEGATISºMEISºQVIº
TRANSDVRIANAEºPROVINCIAE PRAE
FVERVNTºITAQVEºEOSºVNIVERSOSºIM
MVNITATEºPERPETVAºDONOºQVOSQº
AGROSºET QVIBVSºFINIBVSºPOSSEDE
RVNTºLVCIOºSESTIOºQVIRINALE LEGº
MEOºEAMºPROVINCIAMºOPTINENTE{M}º
EOSºAGROSºSINEºCONTROVERSIAºPOSSI
DEREºIVBEOº
CASTELLANISºPAEMEIOBRIGENSIBVSºEX
GENTEºSVSARRORVMºQVIBVSºANTEºEAº
IMMVNITATEMºOMNIUMºRERVMºDEDE
RAMºEORVMºLOCOºRESTITVO CASTELLANOS
AIIOBRIGIAECINOSºEX GENTEºGIGVRRO
RVMºVOLENTEºIPSAºCIVITATEºEOSQVE
CASTELLANOSºAIIOBRIGAECINOSºOM
NTºMVNEREºFVNGIºIVBEOºCVMº
SVSARRISº
ACTVMºNARBONEºMARTIOº
XVIºETºXVºKºMARTIASºMºDRVSOºLI
BONEºLVCIOºCALPVRNIOºPISONE
COSº
Escrito en minúsculas:
Imp(erator) Caesar Divi fil(ius) Aug(ustus) trib(unicia) pot(estate) / VIIII et proco(n)s(ule) dicit / Castellanos Paemeiobrigenses ex / gente Susarrorum desciscentibus / ceteris permanisse in officio cog / novi ex ómnibus legatis meis qui / Transdurianae provinciae prae / fuerunt itaque eos universos im / munitate perpetua dono quosq(ue) / agros et quibus finibus possede / runt Lucio Sestio Quirinale leg(ato) / meo eam provinciam optinente(m) / eos agros sine controversia possi / dere iubeo / Castellanis Paemeiobrigensibus ex / gente Susarrorum quibus ante ea / immunitatem omnium rerum dede / ram eorum loco restituo catellanos / Aliobrigiaecinos ex gente Gigurro / rum volente ipsa civitate eosque / castellanos Aliobrigiaecinos om / ni munere fungi iubeo cum / Susarris / Actum Narbone Martio / XVI et XV k(alendas) Martias M(arco) Druso Li / bone Lucio Calpurnio Pisone / co(n)s(ulibus).
Su traducción sería:
“El emperador César Augusto, hijo del divino (César), en su novena potestad tribunicia y como procónsul dice: // He sabido por todos mis legados que han estado al frente de la provincia Transduriana que los castellani Paemeiobrigenses de la gens de los Susarri han permanecido leales mientras los demás hacían defección. Por ello les otorgo a todos la inmunidad perpetua. Y aquellos campos, con los límites con que los poseyeron cuando mi legado Lucio Sestio Quirinal administraba esa provincia, ordeno que posean esos campos sin litigio. // En vez de los castellani Paemeiobrigenses de la gens de los Susarri, a los cuales antes había otorgado la inmunidad sobre todos sus bienes, en su lugar, restituyo a los castellani Aliobrigiaecini de la gens de los Gigurri, a petición de la propia civitas (de los Susarri). Y dispongo, que estos castellani Aliobrigiaecini contribuyan en todas sus obligaciones conjuntamente con los Susarri. // Dado en Narbo Martius el 16 y 15 antes de las calendas de marzo, siendo cónsules Marco Druso Libón y Lucio Calpurnio Pisón” ( SÁNCHEZ PALENCIA, F.J. y MANGAS, J. 2000).
Bibliografía específica:
Hispania Epigraphica 7, 378.
Cf. ALFÖLDY, G. “Das neue Edikt des Augustus aus El Bierzo in Hispanien”. Zeitschriftt für Papyrologie und Epigraphik 131 (2000) 177-205.Dr. Rudolf Habelt GmbH, Bonn.
Cf. BALBOA DE PAZ, J.A. El Bronce de Bembibre. Algunos problemas que suscita. Argutorio. 2001.
El texto esta dividido en cuatro partes reconocibles a simple vista debido a que el comienzo del párrafo esta situado más hacia la izquierda que el resto del texto. La primera parte es una introducción, después viene el primer edicto que empieza en la fila tercera, el segundo empieza en la 15 y la última parte es donde se menciona la fecha y el lugar donde se elaboró -a partir de la fila 24-. La segunda linea se encuentra más hacia la derecha que las demás. La tercera, al igual que la primera sobresale hacia la derecha. Es en este párrafo donde empieza el primer edicto. La fila 15 sobresale hacia la izquierda indicando el comienzo del segundo edicto. La fila 18 también sobresale hacia la izquierda, pensando el grabador seguramente en la falta de espacio. También la 25 sobresale mientras que la 24 esta situada más a la derecha.
Existen signos de interpunción en forma de punto redondo entre las palabras, aunque en varias no aparecen.
En el año 27 a.C. Augusto recibió todo el poder imperial tras lo cual se dirigió a Hispania donde tomó partido personalmente en las campañas de conquista programadas contra los pueblos cántabros y astures. En el año 26 a.C. después de haber estado un tiempo en el campo de batalla se vió obligado a retirarse a Tarragona aquejado de una enfermedad. En el transcurso del año 24 a.C. regresaba a Roma dejando a cargo de las operaciones militares del noroeste a sus legados. En la Hispania citerior estaba como legado al mando el cónsul C. Antisius Vetus. Su sucesor a partir del año 24 a.C. sería el pretor L. Aelius Lamia. Si bien, los cántabros fueron derrotados en dicho año, hubo revueltas durante los años que siguieron hasta la total conquista del territorio por parte de Roma (19 a.C.) gracias a la participación del general Agripa. Los gobernadores de la Hispania citerior se encargaron de la guerra contra los cántabros mientras que los de la Hispania Ulterior lo hicieron contra los astures. En la provincia de la Hispania ulterior el legado de Augusto fue el pretor P. Carisius del 27 al 22 a.C. Él fue el encargado de llevar a cabo las operaciones militares contra los astures durante los años 26 y 24 a.C. Aquí se presenta el problema, planteado por G. Alföldy (ALFÖLDY, G. 2000: 177-205), de si el territorio de cántabros y astures pertenecía a la jurisdicción de la Hispania Citerior o a la Ulterior. Según la información existente sobre P. Carisius no cabría duda de que su jurisdicción abarcaría, no solo las campañas militares contra astures, sino también el gobierno de la Ulterior -al aparecer mencionado en la fundación de la nueva capital de la provincia en Emerita Augusta-. A partir del año 13 a.C. la movilización de legiones hacia el centro de Europa dejaba las únicas tres legiones que se mantuvieron en la península bajo el mando del gobernador de la Citerior, lo que confirmaría la jurisdicción de los territorios conflictivos del noroeste al gobernador de dicha provincia. En Hispania antes y durante la conquista del noroeste había tres legiones acantonadas en la Citerior mientras que en la Ulterior había cuatro. Este inmenso poder militar era administrado por cada uno de los legados de las provincias de Hispania por separado. Esta separación de poderes a la hora de controlar las fuerzas que acometerían la conquista del noroeste de la Península, podría haber sido debido a no querer conceder por parte de Augusto un poder tan grande a una sola persona que manejara una cantidad de legiones tan importante y que luego pudiera plantear problemas a su principado.
En esta época se produjo la separación de la Hispania Ulterior en dos provincias, la Bética y la Lusitania, mientras que la Citerior pasaba a denominarse Tarraconense.
Al legado P. Carisius le sucedió L. Sestius Quirinalis, mencionado en el edicto de nuestro estudio como legado de la provincia Transduriana. Esta provincia, que correspondería a los territorios mas allá del rio Duero, es decir, la zona noroeste peninsular -el territorio astur, cántabro y galaico-, no había sido mencionada en ninguna fuente anteriormente siendo por ello considerada un hoax. Por este motivo se ha pensado que podría tratarse de una misión especifica de pacificación del territorio encargada al legado romano sin ninguna característica administrativa concreta (BRAVO, G. 2011: 142-143). Otra hipótesis planteada, es que fuera una provincia creada tras la batalla de Lancia (25 a.C.) y que hubiera tenido una duración efímera (BALBOA DE PAZ, J.A. 2001). L. Sestius Quirinalis aparece mencionado también en las arae Sestianae -encontradas en varios puntos del noroeste peninsular-, como dedicante de estas arae a la figura del emperador Augusto.
Tras la conquista romana del territorio astur-cántabro se puede observar en la epigrafía de la zona como se intentó establecer por parte de los romanos de entre la aristocracia indígena unas élites leales que fueran capaces de administrar el territorio. Este cometido -el de control y enlace con Roma-, fue llevado a cabo al inicio por los altos mandos militares acantonados en el territorio. Esto queda atestiguado por la abundante epigrafía referente a la legio X Gemina que existe -legión acantonada en la zona de Vidriales, Zamora, en el campamento conocido como Petavonium-. Establecida en la región con motivo de las Guerras Astur-Cántabras y que tras la finalización del conflicto armado se mantuvo en la zona por los constantes levantamientos de insurgentes y para labores de control y de ingeniería en las áreas mineras.
Ara votiva dedicada a Némesis en Petavonium (AE 1995, 0856; HEp 06, 1996, 0993)
Se trata de un ara votiva encontrada en la zona de Rosinos de Vidríales (Zamora, Castilla y León) en el año 1991. En este lugar se encuentran además los restos del campamento romano de Petavonium que alojaba a la Legio X Gemina, así como a su Ala II Flavia, una vez que la primera abandonó la región para trasladarse a su nuevo destino.
El ara esta realizada en granito y presenta unas medidas de 17 cm. de alto por 11 cm. de ancho y 7,6 cm. de grosor. Esta rematada arriba y abajo por dos pulvini lisos. Las letras capitales, tienen unas medidas de entre 1,6 y 1 cm. Se puede observar signos de interpunción con forma circular. El campo epigráfico ocupa una superficie de 6 por 8,7 cm. El epígrafe esta escrito en latín. En general, no se observa una buena técnica en la realización de este epígrafe. Se puede ver el deterioro de la esquina izquierda delantera. Está dedicada a la divinidad de Némesis. El lugar del hallazgo pertenecía al Conventus Asturum dentro de la provincia romana de la Hispania citerior.
Actualmente la inscripción se encuentra en el Museo Arqueológico Provincial de Zamora.
La transcripción del texto es esta:
NEMESI
VO SOL
REBVRRV
S
En minúsculas sería:
Nemesi / vo(tum) sol(vit) / Reburru / s.
Bibliografía específica:
L´Année épigraphique. Revue des publications épigraphiques relatives à l´Antiquité romaine, Paris. 1995. 0856.
Hispania Epigráphica 06, 1996, 0993.
Cf. MARTÍN VALLS, R. ROMERO CARNICERO, M.V. CARRETERO VAQUERO, S. “Aras votivas de Petavonium” Zephirus, XLVIII, 1995. 331-345. Universidad de Salamanca.
La inscripción esta dedicada a la divinidad de Némesis por un personaje llamado Reburrus. Este cognomen ya aparece en otras inscripciones. Es de carácter indígena y muy abundante en el territorio astur, sobre todo en Zamora y en la zona portuguesa de Tras-os-Montes (MARTÍN VALLS, ROMERO, R., CARNICERO, M.V. CARRETERO VAQUERO, S. 1995: 331-345). La divinidad de Némesis esta muy relacionada con el culto que profesaban los legionarios romanos. Es una divinidad de procedencia oriental muy bien documentada en la Península Ibérica (GARCÍA Y BELLIDO, A. 1960). Némesis estaba relacionada con el ejército, así como también con el mundo de los anfiteatros y los gladiadores. El culto a esta diosa aparece en el ámbito de los destacamentos militares dispuestos para la vigilancia y administración de las zonas mineras. Este culto se observa y se puede fechar en la península Ibérica entre los siglos II y III d.C.
En la inscripción no se menciona el oficio del dedicante, pero por encontrarse dentro del área donde estaba acantonado el Ala II Flavia se puede suponer que se trataba de un soldado de origen hispano perteneciente a dicha unidad militar. El Ala II Flavia tenía su campamento en las inmediaciones de la actual localidad de Rosinos de Vidríales, en el mismo sitio donde en un primer momento tuvo su campamento la Legio X Gemina durante el conflicto armado de la Guerras Astur-Cántabras. El Ala II Flavia ocupó su lugar ejerciendo funciones de vigilancia y administración de las cercanas minas de Las Médulas una vez que la legio X Gemina abandonó el campamento con destino a Panonia.

Muchos antiguos castros indígenas pasaron a convertirse en establecimientos poblacionales romanos como es el caso del Castro Ventosa, que se transformó en la ciudad de Bergidum Flavium (Cacabelos, León). En la epigrafía queda atestiguado este hecho por la aparición de nombres indígenas enmarcados en entidades superiores como populus o civitas.
Las minas del noroeste -pertenecientes todas ellas al estado romano- eran administradas a través del gobernador de la provincia de la Hispania citerior -con capital en Tarraco- que delegaba la gestión en un procurador de las minas. Esta figura -conocida por la epigrafía como la encontrada en Vipasca o en Alburnus Maior- ejercía el control de la explotación minera siendo además responsable ante Roma de una amplia zona. Un caso concreto es el del procurador Iulius Silanus Melanio cuyo nombre aparece mencionado en numerosas inscripciones encontradas en Asturica Augusta (Astorga, León) -capital del distrito minero-, donde ejerció como procurator Augustorum Hispaniae citerioris.
Este hecho se puede observar en la inscripción votiva encontrada en Astorga (AEspA, 71 1998, págs. 157 a 168):
I(oui) O(ptimo) M(aximo) / Custodi, / Iunoni Reginae, / Mineruae Sanctae, / ceteris Dis / Deabusque / Immortalibus / Iulius Siluanus / Melanio proc(urator) / Augg(ustorum) / prouinc(iae) Hisp(aniae) cit(erioris) / dicauit.
También mencionado en esta otra inscripción de Asturica Augusta (AE 1968, 0230; DIEGO SANTOS, F. 1986: 31-32):
Serapidi / Sancto, / Isidi Mirionymo, / Core Invictae, / Apollini / Granno, / Marti Sagato / Iul(ius) Melanio / proc(urator) Augg(ustorum) / u(otum) s(oluit).
El nombre de Siluanus aparece mencionado en muchas inscripciones por todo el imperio también desempeñando funciones de procurador. Al ser un nomen poco frecuente se ha planteado la hipótesis de que sea éste el mismo personaje que aparece mencionado en los epígrafes encontrados en lugares tan alejados entre si como Segóbriga o Dalmacia (ABASCAL PALAZÓN, J.M., ALFÖLDY, G. 1998: 177-178). Según las referencias de los epígrafes este funcionario pudo haber alcanzado el orden ecuestre. Algunas inscripciones relacionadas con este magistrado están escritas en griego, lo que nos indicaría un origen heleno. También las invocaciones a deidades de origen oriental -muy veneradas por los miembros del ejército sobre todo los que hubieran servido en regiones orientales-, que aparecen en los epígrafes relacionados con esta persona nos proporcinan más pistas de un posible origen heladico.
La capital del conventus Asturum fue Asturica Augusta (Astorga, León) atestiguado por la presencia de abundantes inscripciones de altos funcionarios en la ciudad.
Plinio el Viejo ejerció como procurador de la provincia Tarraconense alrededor del año 74 d.C. Es por este motivo que conoció de primera mano la explotación minera de Las Medulas cuyos procesos de extracción del mineral describirá de manera detallada en sus escritos (Plin. Nat. Hist. XXXIII).
Epitafio de Accula (AE 1990, 0549)
Se trata de una lápida funeraria encontrada en la iglesia de la localidad de El Cueto (Arganza, León) en la comarca de El Bierzo, tras derribar una pared para realizar unas obras de remodelación llevadas a cabo el año 1987. La iglesia esta situada al lado del castro de Berdigum Flavium (Cacabelos, León) en un punto desde donde se divisa la vía romana que va de Berdigum Flavium (Cacabelos, León) a Asturica Augusta (Astorga, León).
La lápida es de granito y el epígrafe esta escrito en latín. En la parte superior de la inscripción vemos sobre una superficie rebajada un circulo grabado que contiene otro más pequeño en su interior. El circulo exterior mide 30 cm. de diámetro. El pequeño circulo del interior representa un creciente lunar. Debajo de la cabecera sobresalen dos ángulos del borde de la inscripción hacia dentro. El campo epigráfico se encuentra también en una superficie rebajada y presenta unas medidas de (40) x 43 cm. El reborde del lateral tiene unas medidas que varían de 7-8-9 cm. Las letras presentan unas medidas distintas según la línea. Las líneas 1, 2 y 3 tienen una altura de 6,5/6 cm. mientras que las filas 2, 3 y 6 son de entre 5/4,5 cm. Se observan signos de interpunción en forma de puntos redondos.
D M
CL ACCVLA
ZOELA ANN
O XL H S E
CL SERGIVS
CONIVGI P
[ ]
La lectura de este epígrafe sería:
D(is) M(anibus) / Cl(audia) Accula / Zoela ann / o(rum) XL h(ic) s(ita) e(st) / Cl(audius) Sergius / coniugi p / […]
Hispania Epigráphica 2, 1990, 436.
Bibliografía específica:
L´Année épigraphique. Revue des publications épigraphiques relatives à l´Antiquité romaine, Paris. 1990, 0549.
Cf. Mangas, J. Vidal, J. Nuevas inscripciones de la Provincia de León.
Referente a la línea 6 se podría interpretar como P(osuit) o P(onendum).
En la inscripción se menciona a una mujer llamada Claudia Accula. No se conocen otros epígrafes referentes al nombre de Claudia. Sin embargo, Accula es un cognomen de origen indígena cuya raíz Accu- es muy frecuente en toda la zona. En el epígrafe se indica el origo Zoela de la persona a la cual esta dedicada la inscripción. Debido a que los Zoelas tenían su centro situado en la localidad de Castro de Avellaes, Portugal, se puede pensar que fuera un caso de emigración a la zona leonesa. Esta inscripción estaría datada entre los siglos II y III d.C.
Otras inscripciones en las que se menciona a la tribu de los Zoelas se han encontrado en la zona de El Bierzo como el pacto de hospitalidad de los Zoelas encontrado en Astorga.
Pacto de los Zoelas (CIL II, 2633)
Se trata de una tésera de hospitalidad encontrada en Astorga, León, realizada en bronce. Tiene forma cuadrangular y esta coronada por un frontón de forma triangular. Presenta unas medidas de 32 x 24 cm. En la parte del frontón triangular aparece grabada la fecha consular. Actualmente se encuentra expuesta en el Museo de Berlín.
M(arco Licinio Crasso / L(ucio) Calpurnio Pisone co(n)s(ulibus) / IIII K(alendas) Maias / gentilitas Desoncorum ex gente Zoelarum / et gentilitas Tridia / vorum ex gente ídem / Zoelarum hospitium vetustum antiquom / renova / verunt eique omnes ali(u)s alium in fi / dem clientelamque suam suorumque libero / rum posterorumque receperunt egerunt / Araus Ablecaeni et Turaius Clouti Docius Elaesi / Magilo Clouti Bodecius Burrali Elaesus Clutami / per Abienum Pentili magistratum Zoelarum / actum Curunda / Glabrione et Homullo co(n)s(ulibus) V Idus Iulias / ídem gentilitas Desoncorum et gentilitas / Tridiavorum in eandem clientelam eadem / foedera recepunt ex gente Avolgigorum / Sempronium Perpetuum Orniacum et ex gente / Visaligorum Antonium Arquium et ex gente / Cabruagenigorum Flavium Frontonem Zoelas / egerunt / L(ucius) Domitius Silo et / L(ucius) Flavius Severus / Asturicae.
Bibliografía específica:
HÜBNER, E. Corpus Inscriptionum Latinarum II. Inscriptiones Hispaniae Latinae, Berlin, 1869; Inscriptionum Hispaniae Latinarum Supplementum, Berlin, 1892. 2633.
DESSAU, H. Inscriptiones Latinae Selectae, Berlín, 1892-1916. 6101.
DIEGO SANTOS, F. Inscripciones romanas de la provincia de León, León, 1986. 318.
La traducción del texto sería:
“El 4 de las calendas de mayo, siendo cónsules Marco Licinio Craso y Lucio Calpurnio Pisón (27 d.C.), la gentilitas de los Desonios, de la gens de los Zoelas, y la gentilitas de los Tridiavos, de la misma gens de los Zoelas, renovaron su antiguo y vetusto pacto de hospitalidad, y todos ellos, unos y otros, se recibieron bajo su respectiva identidad y clientela y en la de sus hijos y descendientes… (Hecho) por mediación de Abieno, hijo de Pentilo, magistrado de los Zoelas. El 5 de los idus de julio del año en que fueron cónsules Glabrión y Hómulo (152 d.C.) la misma gentilitas de los Desoncos y la gentilitas de los Tridiavos recibieron en la misma clientela y en la misma alianza a Sempronio Perpetuo Orniaco, de la gens de los Avolgigoros; a Antonio Arquio, de la gens de los Visáligos; a Flavio Frontón Zoelas, de la gens de los Cabruagénigos. Actuaron Lucio Domicio Silo y Lucio Flavio Severo, en Asturica.”
Existe una gran cantidad de inscripciones epigráficas que mencionan la gens de los Zoelas. Esta gens originaria de la zona portuguesa del Castro de Avellaes, es considerada la tribu más meridional de los astures. La abundancia de estos epígrafes en la región pudo deberse al incipiente desarrollo de una aristocracia clientelar en el conventus Asturum en opinión de Inés Sastre (SASTRE PRATS, I. 1999).
La inscripción menciona a dos gentilitas zoelas que renuevan un pacto de hospitalidad ya existente entre ellas. El texto menciona también un segundo pacto de caracter clientelar en el cual estaría implicito el pago de un estipendio monetario de un cliente a su protector.
En el primer pacto, datado en el año 27 d.C., la onomástica que aparece es indígena. Según la investigación de Inés Sastre en la mayoría de inscripciones del conventus asturum los nombres que aparecen son de origen indígena, mientras que los nombres con estatus de ciudadano romano serían una minoría. Sin embargo, al otorgar Vespasiano el Ius Latii a toda Hispania (74 d.C.) esto debería haber cambiado. Por el contrario, siguiendo la tesis de Inés Sastre y su estudio onomástico, la mayoría de nombres mantendría el estatus de peregrini (extranjeros). Solo la aristocracia local habría accedido al derecho de ciudadano latino romano mientras que la gran mayoría de los habitantes se habrían quedado como peregrini. Las primeras aristocracias indígenas habrían mantenido su nombre tras la llegada de los romanos, sin embargo sus descendientes se habrían ido romanizando poco a poco adaptando sus nombres al modo romano.
Los beneficios de las explotaciones mineras eran enviados a Roma con la mediación de los gobernantes indígenas de las civitas de la región. De esta forma era explotado el territorio por los romanos que dejaban ascender o mantenían en el poder a unas élites indígenas que eran las encargadas de tratar con Roma. Así ocurría en la explotación minera de Las Médulas. Si bien, en un principio fueron las legiones las que controlaron el territorio -como por ejemplo la Legio X Gemina–, después fueron tomando el control las élites indígenas aunque siempre sometidas al poder de Roma y nunca beneficiarias de los frutos extraídos de la tierra.

Inscripción encontrada en la población de Voces muy cerca del área minera de Las Médulas (AE 1999, 0916; Hep 09, 1999, 0404)
Se trata de una inscripción funeraria encontrada en la iglesia de localidad de Voces (Borrenes, León) al realizarse unas obras de acondicionamiento en el año 1998. En la época de elaboración del epígrafe la zona pertenecía a la provincia romana de la Hispania citerior. Está escrita en latín. Es la inscripción que más cerca se ha encontrado de la mina de Las Médulas.
Con respecto al soporte, este epígrafe esta realizado sobre piedra caliza apreciándose un tono rosado. Su estado de conservación no es muy bueno. El principio y el final del epígrafe falta debido a que la piedra se cortó en algún momento con la intención de ser reaprovechada para otros fines. Además, una fractura lateral en la parte derecha de la inscripción hace que no se aprecien bien las letras de ese lado. Es por esto que no se conocen las dimensiones originales de la lápida. Las medidas que presenta en la actualidad son 46,1 cm. de altura máxima, 25,4 cm. de anchura máxima y un grosor máximo de 6,9 cm. Las letras miden entre 3,7 y 5 cm. de altura.
]
VET LE[ ]
VII G F P[ ]
RENTIBV[ ]
SVIS OM[ ]
BVS ET[ ]
BI ET TE[ ]
DI[ ]E E[
La lectura de esta inscripción sería:
[…] / Vet(eranus) le[g(ionis)] / VII g(eminae f(elicis) p[a] / rentibu[s] / suis om[ni] / bus et [si] / bi et Te[–] / di[-]e E[…]
Bibliografía específica:
Epigraphische Datenbank Heidelberg. https://edh-www.adw.uni-heidelberg.de/edh/inschrift/HD048291 (letzte Änderungen: 14. April 2008)
L´Année épigraphique. Revue des publications épigraphiques relatives à l´Antiquité romaine, Paris. 1999. 0916.
Cf. SASTRE PRATS, I. Nueva inscripción funeraria de un VET. LEG. VII G. F. Procedente de la zona arqueológica de Las Médulas (León, España). Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik 125 (1999) 257-258. Dr. Rudolf Habelt GmbH, Bonn.
Podemos apreciar el uso de hederae distinguentes con forma de hoja para separar cada palabra de la inscripción. Se la puede datar alrededor de los gobiernos de Vespasiano y de Septimio Severo por que aparece mencionado el apelativo Felix atribuído a la legio VII Gemina entre los años 70 d.C. y 195 d.C. (ROLDÁN, J. M. 1974).

A partir del mandato -como gobernador de la Tarraconense y después como emperador del imperio- de Galba, la Legio VII Gemina se estableció en la zona creando con su campamento la que después sería la ciudad de León. El gobierno del emperador Nerón pronto empezó a considerarse nefasto por sus conciudadanos. Sus desplantes y la utilización del inmenso poder que poseía para la consecución de sus caprichos rápido causaría la perdida de confianza en su gobierno. Pronto surgieron sublevaciones, como la de Vindex en las Galias, que pidió a Galba que se pusiera a la cabeza del levantamiento. Galba fue proclamado emperador por sus soldados poniéndose a las ordenes del Senado. A continuación puso rumbo a Roma con la intención de derrocar a Nerón, no sin antes haber reclutado una nueva legión enteramente formada por gentes de Hispania –la legio VII Gemina– ya que solo contaba con una operativa en su provincia -la VI Vitrix– y no era suficiente para afrontar el futuro enfrentamiento contra el emperador. Gracias a la epigrafía podemos saber la fecha exacta de la creación de esta nueva legión que recibió el nombre de legio VII Gemina. La fecha en la que recibió las águilas e insignias simbolizando de esta forma su nacimiento fue el 10 de junio del año 68 un día después de la muerte del emperador Nerón. Estos epígrafes conmemoraban la fecha del nacimiento de dicha legión en una fecha posterior (163 d.C. una, y la otra 184 d.C.)(GÓMEZ-MORENO, M. 1925-1926). Una vez formada la legión, Galba puso rumbo a Roma. Poco tiempo después de llegar de vuelta del combate contra Nerón, la legio VII Gemina fue destinada a la Pannonia para sustituir a la legio X Gemina que se encontraba allí destacada, concretamente en la localidad de Carnuntum.
Entre los años 68 y 69 d.C. el imperio vivió una época de grandes vicisitudes. En ese corto periodo de tiempo se sucedieron cuatro emperadores. Tras la sublevación de Vindex, la proclamación de Galba y la posterior muerte de Nerón empezaron a sucederse los acontecimientos. Primero, Galba ya siendo emperador perdió el apoyo de los soldados. Después, en varias regiones del imperio los soldados proclamaban respectivamente a sus generales para ocupar el poder supremo imperial. Uno de ellos fue Otón a cuyo partido se fueron sumando los soldados descontentos con Galba. Negoció con los pretorianos y el 15 de enero del 69 era asesinado Galba en la ciudad de Roma. A continuación, Otón era aceptado por el Senado. Mientras tanto en Germania se producía otra sublevación, esta vez de la mano de Vitelio que había sido proclamado emperador por sus soldados. Acto y seguido se dirigió a Roma pero encontró la oposición del ejército de Otón contra el cual se enfrentó en la batalla de Bedriacum. Tras esta batalla Otón se suicidó dejando el camino libre a Vitelio. Sin embargo, las tropas de oriente habían proclamado otro emperador. Se trataba de Vespasiano, que tras su nombramiento se dirigió a la capital con la intención de derrotar a Vitelio. Contra él se enfrentó en la segunda batalla de Bedriacum. Tras su victoria, Vespasiano fue proclamado emperador por el senado en Roma instaurando de esta forma una nueva dinastía, la Flavia.
La legio VII Gemina después de la muerte de Galba se posicionó del lado de Otón. Pudo haber estado presente en la batalla de Bedriacum tras la cual Otón se suicidó. En este momento Vitelio disolvió la mayoría de legiones enemigas sin embargo, la legio VII Gemina fue destinada de vuelta a Pannonia (Tácito. Hist. II, 11). A partir de este momento la legión se unió a la causa de Vespasiano volviendo a Italia y tomando partido en las luchas contra Vitelio. En la segunda batalla de Bedriacum, sufrió muchas bajas, pero alcanzó la gloria tras el combate. Es posible que tras completarse los puestos vacantes dejados por los caídos después de la batalla con miembros de otras legiones, fuera por este motivo por el que recibió su apelativo de Gemina (GARCÍA Y BELLIDO, A. 1950: 449-479). Volvía de nuevo a Roma con honores por su buen hacer junto a Vespasiano para salir en el año 70 d.C. otra vez hacia Pannonia.
Miliario fragmentario de los emperadores Tito y Domiciano (AE 1928, 0178)
Inscripción encontrada en la localidad de Almázcara (Congosto, León), en la comarca de El Bierzo, en la ribera del rio Boeza. En origen habría estado situada entre Asturica Augusta (Astorga, León) y Bracara Augusta (Braga, Portugal).
Se trata de un miliario situado en la ruta que comunicaba las dos localidades. Estaba dedicada al emperador Tito y a su hermano menor Domiciano, ambos hijos del emperador Vespasiano al cual sucedieron consecutivamente. Los tres emperadores aparecen mencionados en la inscripción. Pertenecían a la dinastía Flavia que gobernó entre los años 69 al 96 d.C. La vía nova o camino nuevo ha sido realizado, como nos informa el miliario, por Cayo Calpetano Rantio. El miliario marca la milla 23 del camino.
El tipo de letra es la capital cuadrada irregular. Las medidas que presentan las letras son de entre 5 y 6 cm.
IMP TITO CAES DIVI VESPAS
F VESPAS AVG P M TR POT
VIIII IMP XV P P COS VIII
CAES DIVI VESPAS F DOMI
TIANO COS VII VIA NOVA FACTA AB ASTVRICA BRACAR
C CALP RANT QVIR VALERIO
[ ]
M P XXIII
La lectura de la inscripción sería como sigue:
Imp(eratori) Tito Caes(ari) divi Vespas(iani) / f(ilio) Vespas(iano) Aug(usto) p(ontifici) m(aximo) tr(ibunicia) pot(estate) / VIIII imp(eratori) XV p(atri) p(atriae) co(n)s(uli) VIII / Caes(ari) divi Vespas(iani) f(ilio) Domi / tiano co(n)s(uli) VII via nova / facta ab Asturica Bracar(augusta) / C(aio) Calp(etano) Rant(io) Quir(inale) Valerio / [Festo leg(ato) Aug(usti) pro pr(aetore)] / m(ilia) p(assuum) XXIII
Bibliografía específica:
L´Année épigraphique. Revue des publications épigraphiques relatives à l´Antiquité romaine, Paris. 1928. 0178.
Epigraphische Datenbank Heidelberg. https://edh-www.adw.uni-heidelberg.de/edh/geographie/G009200 (letzte Änderungen: 20. Juni 2012, Administrator)
Se trata de un miliario localizado en la vía que une las poblaciones de Asturica Augusta (Astorga, León) con la de Bracara Augusta (Braga, Portugal). Estos epígrafes eran muy abundantes a lo largo de las calzadas del territorio romano. Indicaban la distancia restante a una población, además de ser utilizadas como recurso para la promoción política -indicando por ejemplo el papel como ordenante de la construcción de la propia calzada o para inscribir esloganes políticos-. La vía en la que se encuentra el miliario es la XVIII del Itinerario de Antonino que atravesaba la actual provincia de Orense llegando hasta la localidad de Berdigum Flavium (Cacabelos, León) donde se juntaba con las vías XIX y XX para llegar hasta Asturica Augusta (Astorga, León). La vía XVIIl a su paso por el conventus Asturum marcaba las millas de distancia con respecto a su capital conventual, Asturica Augusta (Astorga, León), mientras que en el conventus Bracarensis marcaba las distancias con respecto de Bracara Augusta (Braga, Portugal). Esta vía Nova -la via XVIII-se construyó alrededor del año 80 d.C. en época del gobierno de los emperadores mencionados en la inscripción, Tito y Domiciano. Se considera que esta vía fue pensada para el uso comercial y público, no como una vía militar, debido a su trazado meditado. Si hubiera sido una vía militar se habría hecho de una manera más precipitada y menos meditada.
Conclusión
Mediante el análisis de la epigrafía del noroeste peninsular y en concreto de la zona que rodea la explotación minera de Las Médulas, podemos obtener una visión general de cómo era el modo de vida de la población que allí habitaba -tanto de la población indígena como de los romanos que ocuparon la zona y se hicieron con todos los recursos para beneficio propio-.
El estado romano era el principal beneficiario del metal precioso extraído cuyo control era llevado a cabo por el emperador mediante intermediarios sobre el terreno.
Los romanos establecieron unas élites de entre la aristocracia indígiena. De ésta manera Roma controlaba el territorio de una forma poco problemática y con un bajo coste para las arcas del estado. Solo esa élite -como lo atestigua la epigrafía- llegó a los más altos escalafones de la vida ciudadana en las urbes romanas que se crearon tras la conquista del noroeste peninsular.
Los indígenas habitantes de la zona trabajaban como mano de obra en las explotaciones auríferas del noroeste pero no se beneficiaban de lo que extraían de la tierra. Tampoco trabajaban en regimen de esclavitud, tenían estatus de peregrini y pudieron incluso haber cobrado algún sueldo -como se ha observado en otras partes del territorio romano- aunque en esta región todavía no se ha podido demostrar.
Las legiones actuaban en el territorio llevando a cabo labores de ingeniería, administración y vigilancia de las minas. Este fue el caso de la Legio X Gemina acantonada en la zona del Valle de Vidriales (Zamora) en el campamento de Petavonium.
Antiguos castros astures se transformaron en establecimientos poblacionales romanos habitados por el personal de las minas como fue el caso del castro Ventosa que se transformó en la población de Berdigum Flavium (Cacabelos, León).
Asturica Augusta se convirtió en la capital del conventus Asturum. La aparición de mucha epigrafía dedicada a funcionarios de alto rango en sus cercanías probarían esta hipótesis.
Las minas eran administradas a través del gobernador provincial que podía delegar en ocasiones en la figura del procurador de minas.
Plinio el Viejo fue procurador de minas en la Tarraconense. Gran conocedor de la zona describió en sus escritos el método llevado a cabo por los ingenieros romanos en la mina de Las Médulas (Plin. Nat. Hist. XXXIII). Este método era conocido como ruina montium y consistía en la excavación de una serie de túneles en la montaña para después lanzar una masa de agua -previamente canalizada hasta el lugar- hacia el interior de las cabidades previamente excavadas haciendo que al comprimirse el oxigeno en el interior de las galerias sin salida provocaban la destrucción de la montaña. Tras la explosión los sedimentos que se producián eran canalizados y cribados para extraer de ellos el mineral.
La mayoría de las inscripciones epigráficas -votivas u honoríficas- encontradas en el conventus Asturum aparecen con nombres indígenas (SASTRE PRATS, I. 1999). El estatus romano lo habría adquirido solo una minoría de entre la población indígena. La gran mayoría tendría estatus de peregrini. Así, es estado romano forzaba a la población autóctona a mantenerse leal solo apelando a la obediencia de sus élites.
A partir del año 74 d.C. tras otorgar Vespasiano el Ius Lattii a toda Hispania pudo haber cambiado la situación jurídico-administrativa de la región, sin embargo, solo se observa que hubieran alcanzado la ciudadanía latina los miembros de la aristocracia indígena (SASTRE PRATS, I. 1999).
Bibliografía
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SÁNCHEZ PALENCIA, F.J. y MANGAS, J. 2000.
SASTRE PRATS, I. 1999. Formaciones sociales y organización territorial en el Conventus Asturum. La integración en el mundo romano y el proceso histórico durante el Alto Imperio. Tesis Doctoral. Dirigida por Dr. Domingo Plácido Suarez. Universidad Complutense de Madrid. Madrid.
TÁCITO. Historia. II, 11.
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